La fotógrafa se encuentra en el centro de la caja. Enfrentada a una pared que se etiqueta como con hilo de oro, casi invisible, THE ESTABLISHMENT: el sistema, la clase dirigente. Cuando un fotografía mira otra fotografía, ésta segunda se convierte siempre en una ventana. La fotografía de la Reina –de Martin Parr, el fotógrafo de la gente británica- es la ventana perfecta. Todo le hace aquí pasillo. Aun más, la fotógrafa cubica a su alrededor una cámara como de pintura de gabinete. También perfecta en su volumen y jerarquía. Pero la caja se mueve, porque la espalda de la Reina parece arrastrar con ella toda una pared de la National Portrait Gallery. Como si el mundo fuera un abalorio de la cola de su vestido. Flanqueando, dos damas muy reales.
Fotografía: Teresa Rodríguez
Texto: Bernardo Sánchez