El fotógrafo, haciendo zapping, da con este canal. Podría ser un fotograma de una película de caballistas, como las llamaban nuestros abuelos. Presenta un viñeteado por las escuadras que lo asemeja a los televisores vintage, en sus muchas gamas. Por ejemplo, la de las minitelevisiones de souvenir. Aquellas en las que se veía el Monasterio de Piedra, Santillana del Mar o la Catedral de Burgos. Microfilminas que se pasaban con el dedo índice y un leve chasquido. O el prototipo de aparato de televisión, ahora precioso objeto de coleccionista, que disfrutaban Pedro y Vilma Picapiedra en su unifamiliar de la litosfera. El motivo ecuestre resulta idóneo para su enmarcación, solemnemente recuadrado, en perfecto estado de revista.
Fotografía: Justo Rodríguez
Texto: Bernardo Sánchez
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