El fotógrafo, entre el publico, capta el dorso de la marea. Su contraplano. No hay rostros. La cresta del oleaje es una espuma de puntos rojos y castaños, principalmente. engastado en brazos en alto, que saludan, que se manifiestan y que sujetan los dispositivos móviles a través de los cuales van a encuadrar y ver la escena que tienen enfrente. Realmente estarán allí cuando lo vean después. La pantalla es el certificado de asistencia. La fiesta. Tener la imagen de lo visto y oído. Cualquier censo de población y cualquier banco de imagen deben tener en cuenta este fenómeno de multiplicación. Hay cientos de personas y otro tanto de puntos de vista, de ángulos. Lo que registra esta fotografía es también un chupinazo de iPhone.
Fotografía: Justo Rodríguez
Texto: Bernardo Sánchez
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