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El gran azul

 

Todas las piscinas son azules, imitando el azul del mar, que es a su vez un efecto óptico, una ilusión. Como el del cielo. Casi todos los azules, en fin, son inventados. Y cuando nos bañamos en el mar azul realmente queremos bañarnos en el cielo azul. Y cuando nos bañamos en una piscina creemos estar buceando en una parcela del mar o del cielo. Bañándonos en el azul, que es un complejo tapiz de teselas de ese azul. El fondo de la piscina es un cielo invertido, doméstico. Se lo inventó David Hockney para pintar las piscinas de sus cuadros. Y, de resultas, ahora es inevitable pensar que cuando nos bañamos en una piscina, nadamos en el gran azul de Hockney. El fotógrafo ha captado el momento de la finalización del cuadro.

Fotografía: Justo Rodríguez
Texto: Bernardo Sánchez

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