El fotógrafo visita el País de Nunca Jamás. Día de puertas abiertas para la prensa. Aún no funcionan todas las atracciones y algunos cables siguen todavía pendientes de conexión, colgando como lianas, en el Bosque de las Barracas, al norte de la Isla. En la pista central, Campanilla entrena. E irradia a su alrededor una gran aura de cangilones. Es su trapecio. Lo activa a través de los tirantes en los que se columpia. Grácil, ligera y en la sombra. La cámara recoge el instante en que Campanilla se alza. El número de la Noria Mariposa, cuyas lúnulas, ocelos y ápice motoriza el hada desde la base. Se realiza sobre un cielo pintado, como de ciclorama. Spiderman, a nuestra derecha, está que se sale, a punto de ingresar en el fuera de campo.
Fotografía: Justo Rodríguez – Texto: Bernardo Sánchez