El fotógrafo, de puesto en puesto, escucha, desde la primera planta, el discurrir silencioso y autónomo de este roomba de Plaza de Abastos, y lo descubre en ameno coloquio con los productos de la huerta, a los que suele acoger en su seno, recién extraídos de la tierra, brillantes y tiernos. En ese momento, se encuentra frente a la fruta y verdura, muy locuaces y deseosas de departir, como cada mañana, con tan discreto y fiel cliente. Nuestro amigo es madrugador y parece ser el primero en hacer la Plaza. Diríase que incluso dispone de un carril propio, por el que pasa revista, experto y atento. Y es muy de producto. Viste como si estuviera señalizado, de un rojo eléctrico. Hecha la Plaza, regresará a su parking de proximidad.
Fotografía: Justo Rodríguez
Texto: Bernardo Sánchez
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