El fotógrafo, cuando aún no lo era, realizó encaramado al tejado del Ayuntamiento esta diapositiva, de la que reproducimos hasta los dientes. Él tenía 20 años y el Ayuntamiento 10. Alumno de la vecina Escuela de Artes, fotografíó esta instalación que el profesor y artista Carlos Rosales realizó en la Plaza, que ahora cumple 40, para celebrar el día de la Primavera de 1990, año arriba año abajo. Un tangram de plástico negro y rojo prendido con grapas a las juntas de madera entre soleras. Mar de un día, vio agitado su velamen por el viento, mientras los brazos del edificio intentaban protegerlo. A ras de suelo se veían brillar los picos de su marea, hasta el deslumbre. Desde el zénith, el testimonio de un cambio de piel.
Fotografía: Justo Rodríguez
Texto: Bernardo Sánchez