El fotógrafo, destacado en el campo de batalla contra el virus, una extensión polar, de gris clínico, de cosmos laboratorio, de memoria quimicefa, es atraído por la figura capitana, flanqueada por su hueste de dosis, en batería, como espadas láser, largas, con cuerpo de lanzas milimetradas, anilladas en azul y negro al final de su empuñadura. Pues esta figura, esta miniatura de cristal, encasquetada en plata, constituye ahora mismo todas nuestras fuerzas aliadas contra el ejército de la corona Covid, su viremia y sus versiones. Este peón, este esenciero, este playmobil de última generación, se dispone a ingresar en nuestro sistema para preservar nuestro fuero interno y para hacer inexpugnable la Bastilla de nuestras defensas.
Fotografía: Justo Rodríguez
Texto: Bernardo Sánchez