Velamen

La fotógrafa, siguiendo su carta de navegación, surca este mar entre visillos, estampado como un mapa de isla del tesoro, en viñeta, un trazado infantil, de cuaderno escolar de dibujo. El fruncido provoca una ligera ilusión de animación, que recuerda a los dibujos sobre papel de cera de los viejos Cine-Nic, que parecían moverse graciosamente operando una ligera vuelta de manivela. Pero si se mira bien, se verá que la barca, la palmera y la línea volcánica del fondo están estampados sobre el cristal del ventanal, que es como una placa grabada en colores marineros: rojos, verdes, azules. Es un cromo traslúcido que podría volarse si el velamen se agitara con la mano o una corriente de aire, o borrarse si la lluvia llorara sobre el cristal.

Fotografía: Teresa Rodríguez

Texto: Bernardo Sánchez